sábado, 18 de julio de 2009

LA VANIDAD DEL HOMBRE

Resulta raro hablar de vanidad masculina en una tierra de hombres recios o “machos” como normalmente se autodenominan, en un país sumergido en el machismo y la autoridad patriarcal, cuanto más troglodita y tosco uno aparenta, mas macho será para los demás.

Esta es la cultura de tupidas barbas, pelos en los pechos (pecho rague) y cabellos sin peinar (akashara), solamente así podemos demostrar a los otros hombres que somos hombres. Lejos aun estamos de aquellos llamados metrosexuales que pululan en todo país vanguardista, aquí son simples florcitas o amanerados.

Pero no nos equivoquemos, tampoco podemos decir que retrocedimos en el tiempo y volvimos a ser homo sapiens neandertal, o que vivimos en la Hera de las cuevas o algo similar, solamente somos rudos de vestimenta y pensamiento.

Entre tanta espina también puede crecer una flor, no piensen mal, me refiero específicamente a que un hombre recio también tiene su vanidad, que normalmente suele ser su auto, según algunos, el auto del hombre es el reflejo del dueño, hoy descubrí que tienen razón.

No es megalomanía, si no una realidad masculina. En la fecha estuve en un taller de chapería y pintura esperando a retirar mi vehículo, mientras aguardaba mi turno pude observar como los otros clientes de distintas edades, miraban de todos los ángulos posible sus automóviles recién pulidos, esa mirada de enamorado pues su vehículo ha quedado como nuevo, o sea, se volvieron a enamorar.

Mientras tanto del lado de afuera del taller estaban los que llegaban con sus autos dañados, con esa mirada de angustia, preocupación y agonía por el estado en el que se encontraba su automóvil. Pareciera ser una sala de urgencias de hospital y que rodados eran los pacientes heridos, solamente faltaban las sirenas de las ambulancias y completábamos el cuadro.

Es difícil de describir realmente esa alegría que uno siente al ver a su auto como si fuera un 0 km, solo entonces pude comprender que todo aquel esfuerzo de ahorrar, mirar catálogos, probar una y otra ves un modelo de llanta, alerón, etc., tiene su fruto final, al final, como tratamos a nuestro vehículo es como nos tratamos a nosotros mismos.

Y vos, ¿como tratas a tu automóvil?.

5 comentarios:

Fernando dijo...

y puede ser huguito, pero en particular no creo que sea tan así.. creo que este bien como otros es la materialización de la autosuperación, llegando a estar feliz cuando es nuevo o triste cuando sufre algún desperfecto, pero triste no por el auto, sino mas bien por "cuanto" le va a alcanzar este desperfecto... Ojala mi querido hugo, esta vanidad vuelva a ser moda en la sociedad, así como lo era en la época de mi abuelo, SEÑORES, pero con mayuscula, que al llegar a alguna residencia saludaban con cortesía y se vestían con verdaderos caballeros... que esta vanidad sea intelectual, y que vuelvan las reuniones para debatir de libros,de filosofía o de política, pero sin pelear..!!! No nos olvidemos de los valores... valores que se van perdiendo y que no nos enseñan en la casa y mucho menos en el colegio... el simple hecho de saludar amable y respetuosamente a un mayor, sin importar su condición financiera... por eso siempre digo, que vuelvan las viejas costumbres..!!! slds.

Hugo Ferreira Meffert dijo...

Me gusto eso de vanidad intelectual, y estoy de acuerdo contigo las buenas costumbres no se deben dejar de lado.

Joel dijo...

Pero les juro que conosco personas que hasta le hablan a sus autos, lo normal es ponerle un nombre al vehiculo pero hablarles ya es el colmo jajaja.
Buen articulo partner.

Unknown dijo...

Yo no pienso que ...!!! Que pucha que tenes con los que tiene barba hehehehe....??? en realidad que es medio que algunos de los muchachos no quieren rasurar su bello facial, por el simple echo de estar caigue (en realidad es mi escusa..) hehehehe... Me parece interesante la relacion que haces... Osea que para ser mas hombre tengo que ponerle unas llantas aro 21 o sino ...?? Y tus llantas de que Aro son...?? Pero bueno como diria el super Amigo Piqueitor " Ya le voy pedir a mi Papa que me compre mi Hummer H3" .... No estoy de acuerdo con lo que te dije pero bueno... Hehehe

Pame Cáceres dijo...

no digas Hugo... muchas veces eso de estar todo el dia lavando y cuidando el auto es para los que quieren escapar de su realidad diaria (familia, trabajo, novias, etc...) no siempre el hecho de estar jugando con el autito marca la masculinidad... pero bue... nosotras tb somos vanidosas en cuanto a autos se refiere... jejejeje... por el simple hecho de distraernos de nuestras responsabilidades jojojoooo...