sábado, 24 de octubre de 2009

Heramus Facha

Heramus Facha, un articulo que nace en memoria de viejas andanzas, estilos de vida, vestir, caminar, actuar, etc.
Hoy me pregunto, ¿realmente éramos facha?
Todo lo que uno puede llegar a recordar en una noche estrellada dedicada solamente a la charla es impresionante, una especie de retrospectiva, flash back o túnel del tiempo, mejor dicho, todo lo que guardamos en el baúl de los recuerdos de la mente.
Observando las nuevas tendencias de la moda urbana, la de darle una nueva oportunidad a las ropas de los años 70, 80 y 90, pienso y repienso, volveremos a utilizar todo lo que en aquellas décadas tuvimos por nosotros, si este fuera el caso, me da mieeeeedo.
En aquel lugar psicodelico de la mente, donde anidamos nuestro baúl de los recuerdos, y sobre todo si nos animamos a abrirlo o dejarlo fluir libremente podemos encontrar artículos desde lo bizarro hasta lo absurdo.
Hoy le prestaremos una atención preferencial a lo absurdo, como lo consideramos hoy día pero fue fashion en aquel entonces.
Ya por algo a la dulce juventud se lo llama de edad del pavo, y que pavotes fuimos, o sino que explicación podremos dar a la de tener colgado al cuello una cadena de hilo negro con uno o varios chupetes de plásticos duros, de distintos tamaños y colores (en su mayoría colores fluorescentes).
Si con esto no satisfacíamos nuestro complejo de arbolitos de navidad, podíamos recurrir a las mil y una pulseras de hilo en un brazo, las más cotizadas eran las que tenían marcas deportivas como nike y adidas, el otro brazo estaba reservado para el reloj puesto al revés y las pulseras de cuero, también en un importante número.
En algunas ocasiones estos adornos no bastaban y por ende recurríamos a las cadenas de bolitas coloridas superpuestas con las de hilo normal al cual agregábamos un anillo o chapita de lata de cerveza. Como corolario a esta parafernalia de adornos teníamos una ultima carta en la manga y me refiero a la famosa tobillera.
No podemos dejar de mencionar al gel, claro porque en salir sin dicho revoque por la cabeza era algo descabellado, todo unos chicos plásticos.
Las camisas echadas para tras, los famosos Samelos (una especie brasileña de alpargatas), los famosos championes New Balance 580, 585 o 1600, sucios claro, así eran mas fashion.
Estos son algunos de los ejemplos esporádicos, los otros, dejo a sus recuerdos y espero que lo compartan aquí.

“lo que alguna vez fue moda, hoy nos incomoda”

martes, 20 de octubre de 2009

DE ATRÁS PARA ADELANTE, Parte III.

METALLICA
Transcurrían los primeros meses de mi estadía en la ciudad de Stuttgart, hasta esa fecha muy poco (para no decir casi nada) hablaba y entendía el alemán, con algunas excepciones claro, como la de pedir una cerveza.
Llego el lanzamiento mundial del disco S&M de Metallica y una de sus primeras paradas seria en Berlín, una oportunidad que no me la podía perder por nada del mundo ya que cada vez que vienen hacia Sudamérica algo ocurre y nunca tocan.
Cargue en los hombros unas 6 a 8 horas de viaje en tren, amenizado con la compañía de un importante grupo de amigos y otros que fui conociendo por el camino, una verdadera mescolanza de idiomas porque cada vez nos salía menos el ingles y estirábamos hacia nuestra lengua materna, al final terminamos prácticamente hablando en señas (lectura comprensiva).
Llegamos a Berlín, caminamos como unas 20 cuadras entre algunos edificios y de repente hace su aparición el monumental estadio donde se realizo el concierto.
Teníamos los tickets para césped pero los cambiamos por graderías, las piernas ya no respondían como debían, la orquesta filarmónica de Berlín daba un marco imponente de presencia en el lugar, les juro que nunca había visto tantos instrumentos raros.
Y aparecieron los de Metallica, fue todo un verdadero show, algo inolvidable realmente pero como de costumbre (y algo que no es solamente de paraguayos) a algunos no les gusto lo suficiente y lo catalogaron de Light.
Una anécdota mas de ese día fue que cuando llegamos a la estación central de trenes para emprender rumbo a nuestra ciudad nuevamente, el tren nos había dejado y tuvimos que esperar unas 5 horas, el afortunado de este traspié nuestro fue el dueño de un puestito de ventas varias pues facturo como nunca.