sábado, 4 de julio de 2009

AVENTURAS DE BONDI


Ya estaba casi olvidando lo divertido que resulta pasearse en bondi en Paraguay, algunos quizá dirán que ya estoy loco o que simplemente ya queme bulbo (como diría un amigo). Aquel que diariamente utiliza el transporte publico para ir a su trabajo, colegio o universidad ya ha de detestar este medio de transporte pero, los que ocasionalmente lo utilizamos lo tomamos como una aventura más en nuestras vidas monótonas.

Como ya es tradicional en el país y sobre todo aquí en Ciudad del Este, nuestros colectivos son una verdadera porquería, ya han sobrepasado por mucho su vida útil, su colorido y su descolorido a la vez adornan un paisaje urbano cosmopolita.

Podemos divisar en el horizonte a aquellas chatarras ambulantes con una mescla de colores fluorescentes y herrumbre, que andan de costado por un mal estado en sus ejes traseros o simplemente por lo degastado que se encuentran sus ruedas traseras.

Ahora pasemos a la aventura, muchos se preguntaran del porque lo llamo aventura, bueno, utilizarlos es de temerarios, valientes compatriotas necesitados de este servicio que se encuentra tan distante de lo ideal, donde los agentes de transito hacen la vista gorda a todo ese mini mundo que representa cada colectivo.

Para comenzar uno no necesita precisamente estar parado en una esquina o en una parada oficial, podes estar a mitad de cuadra, frente a una entrada de vehículos o en el portón de tu casa que ellos para igual.

Al abordar comienza la verdadera aventura, de entrada te topas con un chofer-recaudador-cuidador-guarda-tesorero-cebador de terere-chateador y celular maniaco, todos conjugados en una sola persona, si tienes suerte recibirás tu vuelto, osino ya te redondean pero siempre a su favor, luego te toca deslizarte con destreza por su piso de madera encerado, como lo haría un patinador profesional porque de obstáculos encuentras personas, bolsones, bolsas de mandiocas, etc.

Por una de esas casualidades de la vida he abordado un bondi semi-vacio, fui sorteando lugares vacios, no por gusto sino porque buscaba el menos sucio, por suerte mi jeans era oscuro. El lugar que e elegido era para una sola persona y sobre la rueda trasera, aquí comienza mi aventura personal.

A duras penas conseguí mover el vidrio de la ventana (por cierto no era de esos recomendados, los famosos inastillables), durante todo el recorrido que realice (unos 10 km aproximadamente) estuve pensante y pendiente a la ves para ver si no subía algún famoso caballo loco, pirañita, etc., esta ves me salve. El chofer haciendo gala de sus destrezas automovilísticas como profesional, creo que en todo momento estuvo soñando despierto que manejaba algún auto de rally o algo similar, recuerdo frenadas bruscas que casi me hacen ternar en la parte delantera del colectivo, como así también los 23 saltos, en mi propio lugar donde me e elevado a unos 20 cm mas o menos.

Cuando con ganas me dispuse a putear al chofer desde la distancia veo una simpática calcomanía que decía en grandes letras psicodélicas “chofer casado no existe”, me dio un poco de gracia y acto seguido ya comienza a escucharse en el ambiente la música funcional al cual fuimos obligados a escuchar todos los ahí presentes, el famoso reggaetón a todo volumen.

En un espasmo de curiosidad mía comienzo a mirar atentamente as las personas que estaban sentados en los otros lugares, algunos con camisa de vestir cuadrille y pantaloncitos deportivos, otros bien Chic, algunos hablando por celular, otros chateando, cada uno en su propia burbuja, miro hacia el frente y diviso mi parada, ya conociendo el método de funcionamiento de los transportes de la vía publica, media cuadra antes de mi parada ya presiono el timbrecito, por cierto estos timbres no son para los escuálidos pues tienes que presionarlo con mucha fuerza, pasamos la esquina y frente a la entrada de ambulancia del hospital detiene su marcha para que yo pueda descender.

Antes que ponerme a putear de forma infructuosa, decidí tomarlo con humor toda esta travesía que duro unos 40 minutos, al fin y al cabo resulto ser toda una aventura.

martes, 30 de junio de 2009

PIT BULL, UN PERRO SATANIZADO

Primeramente partamos de que, PIT BULL es un nombre genérico que es utilizado de forma errónea para clasificar a varias razas emparentadas por su apariencia física como lo son el Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, American Pit Bull Terrier y Staffordshire Bull Terrier.

Lastimosamente por culpa de algunos inconscientes e inadaptados esta raza fue satanizada, estos aprovecharon que los perros de esta raza tiene además el atributo conocido como "gameness" que es una definición que significa que el perro tiene el instinto alterado y es la causa de ciertas conductas que no son comunes, el atacar a otro perro cuando el ya ha aceptado sumisión, el atacar sin previo aviso y el de carecer de instinto de preservación, lo que hace que estás razas se distingan por poder pelear contra osos, reses salvajes o incluso pumas sin temer a la muerte. Cruces indiscriminadas por parte de criadores de perros de pelea han conducido a trastornos severos de carácter lo cual ha engendrado, en ocasiones, perros de temperamento inabordable incluso por el propietario. Sin embargo es una raza más bien satanizada que en general, tiene más condecoraciones y bellas historias que informes de ataques a humanos.
El solo hecho de escuchar la palabra Pit Bull, ya produce temor en algunas personas pero, en la actualidad los Pit bull se desempeñan con alta honorabilidad en la detección de narcóticos, en los servicios de seguridad y como excelentes mascotas.

UN POCO DE HISTORIA

Raza molosoide de origen enigmático pues no se cuenta con un registro exacto de su aparición. Sus primeros indicios apuntan a Inglaterra cuando las peleas de perros contra toros u osos estaban en su pleno apogeo. Otra de las aficiones de aquella remota época era el llamado ratting, que consistía en introducir en un foso un gran número de ratas y un terrier: el perro que matara más ratas en menos tiempo era el ganador.

Desciende de las razas, Old English Bulldog y Old English Terrier. Esta raza llega a los Estados Unidos en el siglo XIX donde es perfeccionada. En el año 1936 se la reconoce como raza independiente con el nombre de "Staffordshire Terrier" en honor de la provincia donde supuestamente se originó y en el año 1972 se le agrega el adjetivo "American".

MI PIT BULL BARRABAS

Yo tengo un AMSTAFF o AST que son las abreviaturas del American Staffordshire Terrier llamado BARRABAS y puedo testificar que estos Pit Bull son muy fieles a sus amos, confiados y cariñosos, sobre todo con los niños, sino que lo diga mi hija de 4 años.
“Criados para ser amables con los humanos, los Amstaff son perros guardianes por naturaleza. Un comportamiento protector o agresivo, acompañado de intrepidez, son por lo general una mala señal. Este perro es protector con su familia y casa. Sabe discernir el momento de proteger y el de relajarse. Son buenos con los niños y con sus propietarios y suelen llevarse bien con otros perros, gatos e incluso cualquier otro animal si se le amaestra durante los años de cachorro.” Estas mismas palabras lo encontraras en cuanto blog y enciclopedia existe sobre estas razas.
Decidí criar esta raza por el carácter que tienen, por lo cariñosos que son con las personas, lo juguetones que son, en especial con los niños y además, por lo dinámicos, fieles incondicionales para con el dueño hasta la muerte.

Aunque mi perro aun es considerado un cachorro, me ha sorprendido gratamente al ver como protege a los miembros de la familia, en ocasiones que recibimos visita en nuestra casa, al momento que llega una persona este (Barrabas) automáticamente se pone entre el visitante y yo, un ejemplo claro de protección por que dependiendo de mi reacción hacia esta persona el reaccionara, si lo saludo cordialmente el perro automáticamente se vuelve juguetón pero si mantengo un poco de distancia o demuestro nerviosismo, este se pone en guardia.

viernes, 12 de junio de 2009

EL ARTE DE SER PARAGUAYO

¿Qué nos hace diferente del resto de los ciudadanos del mundo?, simples, los paraguayos somos artistas de nacimiento.


Mientras algunos hacen gala de la famosa raza guaraní o del sufrido pero valiente pueblo paraguayo, nos olvidamos de lo mas importante, el arte que corre por nuestras venas para, improvisar, inventar, planificar, etc.


Hasta aquí todo bien, solo que, en la mayoría de los casos estas virtudes son utilizadas para engañar a las personas. El famoso “letrado” no es nada mas que un simple “timador”.


Creo que hasta podríamos escribir el decálogo de cómo evitar los trabajos o como inventar excusas para justificar las ausencias del mismo.


No podemos olvidar una de las frases mas enaltecidas por nosotros, el famoso “vencer o morir”, para muchos un parlamento netamente futbolístico. Muchos compatriotas sufrieron una alteración en su ego cuando descubrieron que, nuestra celebre frase “República o muerte” o parte del estribillo del Himno a la Raza (mas conocido como Patria Querida) donde cita “Son nuestros pechos las murallas” , son lo bastante similar a la película 300, que cuenta la historia de los Espartanos.


Aunque algunos no quieran creer, tenemos mucho de la cultura griega, sobre todo de las polis, república y modo de vida de Esparta.


Esto trae otra consecuencia, ¡No sabemos perder!.


Tal actitud observamos todos los días, sean estos en la canchita de mi barrio o tras el Súper Clásico del futbol, en los naipes, hasta el los juegos de Playstation observamos lo difícil que nos es asimilar una derrota.


Incluso en las rutas de nuestro país podemos observar esta actitud de no aceptar que otro puede superarnos, prestemos un poco de atención cuando viajemos y podremos ver como cuando un automóvil es sobrepasado por otro, este (el sobrepasado), fuerza al máximo su motor para volver a sobrepasar al que minutos atrás lo rebaso.


Recuerdo una anécdota, un día estábamos charlando con un amigo sobre política, cosa bastante normal en el país, en eso le pregunto del porque decidió votar por Lugo, a lo que responde, se veía venir su victoria y yo quería estar en el grupo ganador. Así de simples.


No es la primera ves que escucho similar respuesta tras las elecciones, tanto nacionales como municipales, tanta necesidad tenemos de sentirnos ganadores que, lastimosamente terminamos actuando de esta manera.


Estas son algunas de las tantas artimañas que nos hace ser lo que somos, una raza especial.